Tlanepantla es un municipio reconocido por su riqueza cultural y el esfuerzo de su gente, donde el cultivo del nopal ha sido símbolo de trabajo y orgullo. Sin embargo, hoy atraviesa una lamentable situación derivada de la ausencia y el actuar arbitrario del presidente municipal electo, Jorge Armando Genaro Rubio.

Desde el inicio de su administración, el presidente ha estado ausente, dejando a la síndico municipal, Jazmín Contreras, la toma de decisiones y el control de los asuntos internos del ayuntamiento. Bajo su gestión, más de 30 trabajadores originarios de los barrios San Felipe, San Pedro, San Nicolás, San Bartolo y Barrio Santiago, han sido despedidos de manera injustificada.

 

Los afectados denuncian que estos despidos se han realizado escudándose en los "usos y costumbres" del municipio. No obstante, aclaran que en ningún momento han estado en contra de estas prácticas tradicionales. Por el contrario, sostienen que los derechos laborales han sido vulnerados bajo una interpretación arbitraria de dichos usos, ya que, si se respetaran en su totalidad, no se permitiría la participación de personas ajenas al municipio, como es el caso de dos regidoras: una sin pertenencia al municipio y otra impuesta como independiente.

 

Los trabajadores exigen justicia y el respeto a sus derechos laborales, lamentando profundamente la actitud del presidente municipal, quien en su momento recibió el respaldo de estas personas durante su campaña, y que hoy les da la espalda argumentando razones que no respeta ni aplica con igualdad.

Tlanepantla merece autoridades presentes, justas y coherentes con los valores que representan a su pueblo.