
Klitbo destacó su gratitud y fe, asegurando que siempre encuentra formas de reinventarse. “Debo corresponder a Dios. Yo no sé si me voy a poner a trabajar con mis perros, a vender en hospitales. Tengo manitas, cocino bien sabroso, sé limpiar perfecto y además tengo un coche que aguanta para ser Uber.
Entonces, si me las veo negras, me pongo a manejar un Uber”, expresó, dejando claro que no teme enfrentar retos con valentía y creatividad.